INSONORIZACIONES

Actualmente el marco normativo contempla la auditoría acústica como una herramienta para evaluar las diferentes actividades en múltiples Comunidades Autónomas en el campo de la acústica. El procedimiento de evaluación es la de verificar dos vertientes diferenciadas:
1. Aislamiento acústico: Por un lado, se tendrá que que alcanzar el aislamiento acústico mínimo de los diferentes elementos constructivos de la actividad con sus colindancias directas (en función de la normativa aplicable, hablaremos de unos niveles mínimos y de un conjunto de elementos constructivos como la fachada, forjado, medianera, etc..)
2. Niveles ambientales: La auditoría acústica evalúa también los diferentes focos de ruido que pueda producir la actividad siempre que se pueda en los puntos y periodos más desfavorables, en diferentes ambientes, es decir, en interior, en exterior, a ruido aéreo o estructural, etc…

La gran problemática al realizar una auditoría acústica hoy día por un auditor es que el propietario de la actividad está avisado y lógicamente al realizar dicha evaluación en un periodo operacional (periodo funcionamiento actividad), éste a su vez va a avisar a sus clientes condicionando las respuestas de los individuos en ese aspecto. La manera de realizar pues una auditoría acústica es forzando las diferentes fuentes importantes según procedimientos internos.
Las fuentes evaluadas pueden ser por ejemplo para un bar:

  • Simulación ruido producido por gente
  • Simulación arrastre sillas
  • Campana de extracción
  • Televisor o reproductor música
  • Condensadoras de climatización exteriores.

Es importante antes de realizar la auditoría acústica realizar un chequeo a estas fuentes para evitar un posible problema en la evaluación acústica.

Para evitar el ruido de gentío puede colocarse lana mineral encima del techo, para el arrastre de sillas se pueden colocar espumas adhesivas en patas o tacos de goma, regular la potencia del motor para el caso de la campana de extracción, limitar el televisor o reproductor musical para que no exceda el nivel y engrasar las condensadoras de clima para que no exista rozamiento o éste se minimice. Podéis observar que lo descrito anteriormente es de lógica pura, intentar sacar el mayor partido a las fuentes existentes. Se tiene que tener presente que en algunos casos no habrá más remedio que reemplazar la fuente o quitarla definitivamente para que no de problemas en el resultado final de la auditoría acústica.